miércoles, 16 de agosto de 2017

"QUIZÁS NO HAYA QUE COMPLICARSE TANTO Y LA FELICIDAD SEA ESO"

              Por eso aprender a disfrutar de esas pequeñas cosas que nos brinda la vida es uno de los mayores regalos que nos podemos hacer a nosotros mismos, prácticamente cada, día, ya que eso nos permitirá vivir cada momento como si fuese único.
            
Para que complicarse
Por eso, volver a lo “simple” es también rescatar los estilos de convivencias llenos de cortesía y de cordialidad. Recuperar la sensación saludable de agradecer el reconocimiento de una persona o un amigo, ya es una de las cosas sencilla que la vida nos ofrece a diario y que realmente no nos cuesta nada, aunque sean desconocidos, sólo por el único motivo de haberse cruzado en nuestro camino, ya merece ser tratado como tal. Desgraciadamente pasamos por la vida llevados por la rapidez y por los intereses, y nos olvidamos de disfrutar de esas cosas “sencillas”. Vivimos sin darnos cuenta que todos estos pequeños placeres contribuyen a nuestro bienestar y sobre todo a nuestra felicidad.
            Cuantas veces el verdadero reto está en dejar de perseguir tanta grandeza y descubrir que el milagro de la felicidad lo tienes ante tus ojos, sólo es cuestión de verlo ante la sencillez de las cosas que nos rodean y no tratar de satisfacer esos grandes deseos que perseguimos, sin entender a veces la raíz del mismo.
             Pensemos siempre que las cosas sencillas regularmente funcionan, siempre que estén acompañadas sobretodo del principio del sentido común.


            Meditación: Por simples que sean las cosas, todas tienen su belleza, pero no todos pueden verla..

El arte de vivir

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